La traducción jurídica es uno de los tipos de traducción más complejos, ya que el lenguaje jurídico es prácticamente un lenguaje autónomo.
La traducción de documentos legales relacionados con tribunales u otras entidades importantes, o la traducción de documentos que forman parte de la correspondencia comercial y que a veces también implican el cierre de tratos grandes o pequeños, debe ajustarse a todas las leyes vigentes y respetar el contenido del documento original.
Hay muchos ejemplos de documentos jurídicos: contratos comerciales, órdenes de sucesión, correspondencia comercial, oficios de los tribunales, legislación, reglamentos, testamentos, y más. Este tipo de documentos incluye nombres de tribunales y beneficiarios, términos en lenguas extranjeras como el latín o el arameo, abreviaturas aceptadas y formulaciones nada intuitivas de entender.
Una traducción jurídica inexperta, inexacta o descuidada puede tener implicaciones de gran alcance, por lo que es esencial que el traductor conozca bien la jerga, sintaxis y términos profesionales aceptados. Por esta razón, nuestros servicios de traducción jurídica son prestados únicamente por traductores con una profunda conexión con el campo y un profundo conocimiento del tema tratado en el documento.